Sociedades Nómadas

Convivir en la diversidad

1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.

2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.

Artículo 13 de la Declaración de los derechos humanos

Los nuevos procesos migratorios redefinen constantemente la dinámica de las ciudades y de sus habitantes. Barcelona es hoy en día el epicentro de una diversidad cultural que se ve reflejada en la vida cotidiana de todos los que habitamos la ciudad.

El nomadismo forma parte de la transformación de la vida que se había constituido como una sociedad sedentaria, organizada y casi fija. La economía fluctuante y la globalización disfrazada de desarrollo han permitido que las políticas colonialistas actúen sobre pequeñas culturas desprotegidas que alimentan los nuevos flujos migratorios, culturales y de información como dinámicas de intercambio.

El movimiento y la acción definen en buena parte la interculturalidad contemporánea. Las migraciones humanas, en donde cada día se juegan la vida miles de personas, en un sueño por llegar a un país que en la mayoría de casos no habla su lengua, no entiende su cultura y no se les quiere, son una constante entre los jóvenes que desde temprana edad salen en busca de nuevas culturas y nuevos idiomas, para convertirse en errantes eternos, que entre erasmus, prácticas no remuneradas y sobreexplotación laboral, son víctimas de las nuevas esclavitudes modernas de las que poco se habla. Intercambio de estudiantes, intercambio de investigaciones, intercambio de sueños y nomadismo extremo es lo que en sus libros de “Modernidad líquida”, “Amor líquido”, “Miedo líquido”, “Vida líquida” y “Tiempos líquidos” contempla Zygmunt Bauman al referirse a lo cambiante y ambivalente de las relaciones actuales.

La familia, núcleo primero y base sólida de la sociedad, es ahora reemplazada por redes sociales donde tu padre es el nickname con el que accedes y tu madre el password que te habilita para hacer de tu privacidad un bien común. Es así como desde lo individual a lo social, gran paradigma del estudio de las ciencias sociales, el nomadismo parte de necesidades individuales y genera movimientos sociales, que han transformado el panorama cultural y económico de nuestras sociedades.

Salir de un país para vivir en otro, cambiar de habitación o de piso, cambiar de trabajo, mudarse de barrio, vivir nuevas experiencias, cambiar de supermercado y de vecinos. Son las nuevas formas de relación contemporánea que gracias a las “maravillas” tecnológicas ahora son posibles, pero que también crean ciudadanos autómatas que rinden al precio que les indica su mejor postor.